martes, 18 de noviembre de 2008
Reflexiòn. (Viejas memorias)
La primavera acecha a un corazón febril,
De una adolescente sin reproches.
Y bajo la sombra de las hojas volando
Se desatan las memorias, las ideas…
Un suspiro ladea su cabello de un lado
Hacia adelante.
Absurdas, pero emprendedoras
Memorias para empezar...
Las malas sensaciones… las culpas,
Las preguntas y los nervios.
Es que cuando no va, no va.
Lo sentís en la piel que rasguña,
En el alma que pierde,
En la cabeza, como una manada de
Caballos galopando estruendosamente.
Y uno se pregunta, ¿Será realmente así?
¿O tendrá que realmente, ser así?
Desbaratados a un duro camino;
Aceptar es lo más difícil, siempre.
También ver cosas sin sentido y
sin embargo, taparse
La boca para poder escuchar, por supuesto,
Uno se cansa y ahí aprende a tolerar
A encontrar otros significados diferentes
A entender que a veces el cansancio
Es no querer escuchar. No querer entender.
Dejarse triunfar, vencer o tan solo ganar
Para poder comprender que uno siempre,
Siempre se equivoca.
Mientras que unos te abren las puertas,
Otros te dan vuelta el rostro, y quedas
Mirando la nada.
Es el difunto palpitar de la sensación más remota.
El mundo se equivoca, la gente se equivoca,
Hasta el mismo destino es inseguro de sus desaciertos.
Luchar contra la corriente, que es algo que escribí
Toda mi vida, fue el logro más carente de emoción,
A veces se necesita un empujón, pero no todos
Quieren valorarte sino más, envidiarte, hundirte.
Después de todo, o sos más ante sus ojos, o inservible
Dejando pasar sola, a la fría indiferencia.
Uno también, empieza a comprender la soledad,
La falsedad, y la falta de sentimientos.
Empieza a sentir, que debe valorarse por sí mismo,
Que el mundo no depende de los demás
Y de sus inquietudes, sino de uno.
Obligatoriamente, nace el egoísmo ambiguo.
Nada que un par de aprendizajes no puedan corregir.
Quizá muchos se equivocan. También están
Los que necesitan equivocarse, o reírse mirando al cielo.
Los logros no solo se sufren, sino que se viven,
Se disfrutan, se lloran, se engañan… solos.
Hay algo que me enseñaron una vez,
Íntimamente, una frase que bien susurraba
“todo llega, desesperarse no sirve, tampoco sirve
Esperarlo sentado. De ambas partes está el esfuerzo.
No dejes que el destino, haga por vos lo que está
Encerrado en tus manos, en tu corazón.”
Alguien sin muchas ventajas,
Sin muchas posibilidades, pero tan, tan
Lleno de razón.
Y yo creo, que en eso se basa la vida,
No es la perfección, no es el sufrimiento
Ni la alegría… Es eso inexpresable,
Algo que nadie puede añorar tener
Ni perder. Es el sentimiento puro
De aferrarse cada día más, de no bajar
Ni un segundo, pase lo que pase, los brazos,
De reír, de llorar, de sentir… Poder sentir la vida en
Cada brisa, en cada placer, en cada
Momento. Sin dejar de aprender.
Porque después de todo, en la vida
Hay de todo, muchísima variedad
Y tanto por degustar, saborear y seguir
Conociendo.
Un libro abierto, sin ramales suficientes
Para alcanzar a cada uno de ellos
Sin dejar que el tiempo nos lleve.
La expectativa suficiente, para creer
Y dejarse llevar por uno mismo.
Antunella.
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