lunes, 4 de agosto de 2008

Abismo...

Te persigo con mi mirada, En cada rincón de la habitación. Mientras te ocultas en mis pechos Intentando salir de esa prisión Donde los barrotes arden en tu Cuerpo, dándote un incesante Placer morboso. Mis manos se derriten En tu piel; tu boca Suspirando por la mía, Y por mi cuerpo. Amarras mis piernas a tu cintura, Cayendo en las paredes, De un ya conocido lugar. Estoy sobre tu mural de éxtasis, Me tocas para no saber, Te toco para entender, Para sentir tus despiadadas Ganas de hacer y acechar A mi corazón. Tiemblan tus manos, Al rozar la tibia figura De mi espalda, al descubierto, Solo sostenida por tus brazos. Te mueves sin decir palabra, Solo siguiendo la monotía De no acabar jamás. Rozó con mis manos tu pelo, Desarmando cada gota De dignidad que quedaba En tu conciencia. Apretas más tu cuerpo, Al mío, que ahora solo Se amarrá a la pared. Mis brazos vuelan, Para terminar en tus hombros, Duros y firmes. Me quemas firmemente, Y con decisión, Bajando ambos, hasta rozar el suelo. La fricción que provocan nuestros cuerpos Al rozarse, y el dulce deleite De tu insistencia En dominar enteramente El placer de la habitación. Gritos que no pueden Ahogarse, escapan Por mi boca desesperadamente. Tus sentidos se activan, y se rompen relajando todo el ambiente. Relajandonos los dos...

No hay comentarios: