domingo, 12 de julio de 2009

Error Gramatical.


¿Cómo puede la racionalidad y desgana de un hombre convertirse en la peor estupidez jamás dicha? ¿Cómo pueden voltearse dos armas y apuntarle justo a la cien cuando ella esperabas que no tornaran a menos que fuera realmente por una culpabilidad nata? ¿Es qué acaso recitaban dos poemas distintos cuando decidieron voltear para matarse? No cerraban ni un pacto y ya habían desangrado la mayor parte de sus puñaladas…

Los describían como los héroes de la colina. Uno suspicaz y otra, atrevida y superflua. Nadie les criticaba, ellos eran inseparables y sensibles; tenían un amor innato, familiar y perdurable. Puro. Ella era las cenizas de su fuego y el hielo de su cubetera, un alma suspicaz de un alumno que sigue a su maestro; y no hay profesión que se les atribuya ya que no son humanos de quienes hablo, ni nada parecido. Mientras ambos juraban y pegaban ladrillos en una pared, se destornillaba la madera del piso. Algo no estaba funcionando como había estado funcionando los últimos años. Algo estaba en punto muerto y proseguir le era la tarea más improbable en ese entonces.

Fue como una rama que deshilacho una bufanda, un portazo que quebró un dedo, un viento que voló todo un libreto y la sangre derramada de ambos cuerpos que detonaron en una fracción de segundos y volcaron sobre un amor miles de sentimientos erróneos, cargados de vida, cargados de racionalidad. Se apuntaron en la milésima de segundo el arma en la frente borrándose completamente de la vida de cada uno. ¿Entonces?

¿Qué deparo el destino en un tiempo tan irrevocable para que una rosa se marchitará y un violín dejara de sonar? Tal vez fue la rama que deshilacho la bufanda, o el portazo que quebró justo el meñique; seguramente fue que se voló el libreto y se mezclaron las hojas… Pero aún no entiendo. Si la racionalidad de la mente de un escritor pidió justamente que para el destino de un tallo y de su flor halla un final trágico en donde se interponga una tijera, para qué unió alentando a un flujo perfecto de una relación que sin huellas aún caminaba…¿Se puede tenerlo todo sin perderlo todo?¿ O es un torpe dedo que luego de equivocar su gramática se quebró, como castigo de lo feroz de la situación? Y quién sabe… Un cuerpo estrecho que camina sin piernas, ve sin ojos y puede sentir placer sin manos, es la máquina imperfecta creada justo para la perfección. Y aunque se mezclen mis pensamientos formando uno solo y me contradiga, quizá no mienta y haya sido un error gramatical.



[SABIO, SABIO DESPECHO]

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