jueves, 15 de octubre de 2009

...(40)


Insegura hasta los pies... Es este el momento en el que no me gusta pensar, ya que prefiero ni hablar, a veces todo esto me impide quererte como quiero pero ¿qué más puedo hacer?
De mi lado está la seguridad y por el otro está el arriesgarme, el confiar, el respirar y tan solo olvidarme de estas interrogaciones profundas... pero a veces es tan díficil cuando ya te lastimaron tanto.

¿Me extrañarás si no estoy más? ¿Me vas a buscar si me voy o me vas a odiar y olvidarme? No me dejés cometer alguna estupidez.

Antonella Bianco.-

...(39)


tal vez aprendí de una manera u otra a entender los significados que necesitaba para armar hipotesís que tal vez no llegaban a ningún destino.
Cuando comprendo de cosas que marcan, me gusta disentir con el destino, aunque seguro el no comprenda...

Antonella Bianco.-

martes, 6 de octubre de 2009

going down, going down, going down...♪♫


Para pedir mil veces perdón, retroceder el tiempo es algo improbable: Tal vez ella aún recuerde, tal vez ella extrañé pero necesita alejarlo para desteñir aquel cuadro que alguna vez pintaron, dejando atrás marcas de una pintura especial, una que les unío por tanto tiempo, 16 años. No puede haber corazón más tierno y sensato, que el de un hombre que amó hasta que ella le hizo enterrar su alma para no amar jamás, sin quererlo, por supuesto. Ambos matandose, amandose y no soportandose.- El amor, existe y toda prueba está alrededor.

Aunque te fumés un cigarrillo y dejés la colilla, ya no va a ser la misma historia, porque él no va a oler tu humo, él no va a retarte, él va a estar lejos, muy lejos. Y vos llorás, incomprendida, pues yo sí te entiendo... Tanto nos lastiman, tanto nos dejan, tanto nos pegan, tanto nos quieren y nos odian que no queremos ni poner más una mano al fuego y no sabemos lo que es seguir. ¿Seguir? Perdón, pero esa palabra es muy poco probable en un diccionario destrozado que queda en la mente dormida. Y la gente alrededor desapareciendo como si nunca hubieran estado allí, o como si realmente el tiempo nos hubiera aplastado. Oh sí, que triste... Mientras que él, marfil de oro, de plata o tal vez algún rubí, calla sus lamentos refugiandose en la soledad, ella intenta pisar fuerte. Puedo jurar, el amor existe, para todos aquellos que no lo creen... Y cuando es verdadero y se despedaza... Mata y muere.

Tal vez me sienta audaz, tal vez pueda comprender, pero encapsular tantos años en una botella y mandarla al olvido es lo mismo que no haber nacido jamás, o caminar sin pies, o tocar sin manos
: Ser el mismo ente olvidado en el medio del universo y un solo rescate, un aire de paz que una persona te proporciona y es la misma persona que te llevo al odio, al agujero negro, a la nada.

¿Cómo una persona tan hermosa como vos necesite echarse a semejante nada para sobrevivir? Y ¿cómo es que una persona tan hermosa como ella, se sienta morir todas las mañanas al poner un pie en el suelo que no es suyo? No añorés, no añorés ser feliz a traves de tanta falsedad y tanta mentira, es mejor romper de una vez esa pared y verse cara a cara nuevamente. ¿Es esa felicidad la que necesitan? ¿Es ese destino tan cruel, que ustedes crearon, ese círculo vicioso en el que quieren criar hijos? ¿Hay realmente más chances o todo tiene que terminar? La cuerda está floja... cada día más y yo, rompiendo cada latido de mi corazón en mínisculos cristales encerrados lejos, lejos de mí para no entender, no comprender, no mirar, no sentir, no ser nada ni nadie, ni juzgar, ni siquiera respirar.

Me gustaría poder mirarme al espejo y no desesperar, necesitaria dejar de ver borroso y escuchar aturdidamente para poder ayudar, poder traer conmigo aquellas páginas de aquel libro a cual yo era tan apegada y leerselos para volverlos en sí, pero ni yo puedo volver en sí. El punto final está lejos, así también la trama... Como amaría quemar estas lágrimas... Si tan solo, ellos supieran... Si tan solo dejaramos de ser extraños.

Sin sentir, sin saber, sin respirar, sin ver, sin ni siquiera mis pertenencias poso mis manos en estas teclas, en este cuerpo, y espero sentada (si es que espero) una señal de la vida... Un tiempo pasajero, una solución, o, tal vez, la misma nada.

ANTONELLA BIANCO.-