lunes, 22 de septiembre de 2008

Dos aires azules.


Bajo la costanera Sur, se desencadena el cielo,
pero no se pierde la esencia
que dejan los cambios de estaciones.
Miró aquel teatro, contemplo...


Ni en alma, ni en corazón
podría sentir esto que mi cuerpo
irónicamente palpita.
Un choque de aires alocado,


Revela identidades autóctonas,
claramente ocultas
en cada
centímetro de algodón.
Una canción distinta a las demás...

Y un muro de gente probando su fe,
aguantando hasta el final
tomados de la mano.
Un cruce de rieles imprevisto,

junto a una imprudente sonrisa cruel,
que se borra bajo el eclipse
y limpia el cielo despiadadamente.
Gotas de paz y emoción gélidas...

el inicio de la pintura descolorida
que destiñe la tormenta,
ahuyentando los malos augurios.
Atrayendo la vida, un cruce de aires azules,

te trae de vuelta, lejos pero cerca,
y mi labio bajo mis dientes
expresa remordimiento.
Dos ojos brillantes anhelantes…

Y sus manos cálidas, decidiendo
acerca de un destino difícil,
pero nada importa,
el cielo
Acaba de inundarse de nosotros.

El cielo aún nos trae sus frutos...

...(16)


Hoy busco una añoranza,
quizá por eso me acuerdo de ti
y lo deseo a él, y también a los demás.
Quizá busco resguardarme bajo las alas
de un corazón amante
, para encontrar
eso que está roto… Pero me es imposible,
a su vez, aceptar esta necesidad.
Hay un repulsivo rechazo, que desmiente mi verdad,
ocultándola bajo mis ojos, también.
Y quizá aún desconozco aquel plano
al que me eh visto pasar muchas veces
Quizá realmente no lo estoy viendo claro,
nuevamente
Y todavía sigo sin entender qué me desgarra
levemente el alma
, pero no me permite llorar.
Aún sigo sin comprender

...(15)


¡Feliz primavera!


domingo, 7 de septiembre de 2008

...(14)


Es tan impresciso el tiempo,
casi tanto como la indecisiòn,
que tampoco espera por nadie.

Las luces yacen apagadas. (Nostalgia)


Toco el timbre,
y un resoplido se escucha
al fondo de la casa...
Nadie atiende.
Golpeo más fuerte,
pero las hojas vuelan solas
al compás de la tierra
revolcándose sobre la madera.
La casa yace sola,
y quiero entrar,
necesito entrar
en ese sepulcral
destino tuyo...
Para quizá
entenderte
pero no.
El amor recurre
a petrificar el tiempo
para poder con el
alma derribar las puertas
del adiós prescrito,
en este pedazo de vida.
Y probar tu mirada
que ya no puedo ver...
Ya no estás.
La casa está vacía,
y un pétalo emerge de
tus sábanas.

Y nunca, significa
para siempre...
Quizá me mueva sola,
o quizá quiera quedarme,
revolcarme en el piso sucio,
mirar las grietas
y respirar el polvo del recuerdo.

Pero no puedo vivir,
dependiendo de este sahumerio,
de este loco pasar del tiempo,
de este entierro de las cosas importantes
restándoles importancia.
Porque no se puede morir
viviendo en el pasar del tiempo,
o volviendo a necesitar
los años...

Y quizá algún día hagamos algún recuerdo,
porque ahora te hallas fresco
durmiendo bajo un césped,
o bajo un campo de flores
pero flotando por el cielo,
volando más halla que los aviones.

No voy a ocultar este sentimiento,
ni desmentir.
Si te extraño, es porque el corazón
no descansa.
Y sos parte de mí, fluyendo por mis genes.
Algún día quizá, volvamos a vernos
o quizá vuelva a verte dormir,
entre sabanas negras y rojas,
con tu fiel compañero al lado, el gato.
Y encontrar el sueño en el cual
podemos fugarnos, y reírnos
de las ironías que todos adorábamos

en las tardes, de asado...

Ir también contigo, bajo tu sombra,
aunque hoy no pueda encontrar
exactamente las palabras.

Te amo Abuelo.
Feliz cumpleaños 07/09/08
Para siempre en mi corazón, y en todos los momentos que vivimos, desde el tiempo y el recuerdo para siempre.
Que tengas un buen viaje, allá.

-----------------------------.
72 años.

...(13)


.A veces uno no evade un tema, el tema lo evade a uno.

martes, 2 de septiembre de 2008

Atada...


Atada va en la cornisa,
que espera bajo sus pies.
Zapatos color crema,
y un detalle sobre su mano.
Carga estirando un brazo
más que el otro, pensando
si realmente debería ser así.
No llora aunque sus ojos
demuestren lo contrario,
y sus labios...
Vuelve a mirar su mano,
sin bajarla, sin dejarla,
sin arrastrarla,
pero está en desnivel.
Observa el detalle y grita,
aunque su expresión
trate de desmentirlo.
A la deriva, sin dar un paso,
espera... ¿Qué?
Sin tiempo, sin reloj,
sin importancia,
vuelve a divagar en su conciencia,
es que dos personas salen de ella
y se pasean...
Atada a la deriva,
pierde nuestro control,
es que sabe que ya no es
tiempo para la soledad.
Intenta saludarme, con su mano,
pero yo ya la tenía desde abajo.
Atada estaba ella,
que sin mirarme, sin hablarme,
sin saberlo, me contestaba.
Mis protestas no servían...
Su atadura eran mil infiernos,
y quemaban sobre mí como millones de soles.
Vuelve a mirar su mano
y denota nuevamente, el detalle
plateado, o quizá rojo... No sé
Tajante, fina y culta,
pero sin embargo su desinterés
era más grande que su obligación.
Sus ojos decaen en el forzoso intento
de abrirse de espanto al sentir,
y su cuerpo...
Adelanta un paso,
pero su mano pesa,
y la arrastra...
Es que no es tiempo de soledad.
Cae sin pensar,
y mi cuerpo, echándolo al vacío.
Atada va...
y vuelve a mirar su mano,
es que no es tiempo de soledad.

Dentro.


Más que vivir,
esconde su corazón en un frasquito de cristal
dejando que el silencio
azote su puerta,
su moralidad,
su dignidad...
Que destrocé hasta
su propia vida buscando...
Pero que nunca jamás
encuentre a ese amor
tan cuidado, y preciado
paseando con su sangre
enredándose en tejidos
en el centro de un órgano vital,
enterrado en el fondo de
un dolor profundo,
sin salida y perdido...
Encendida y sin tiritar,
sin callar, junto sus labios
fríos y un grito ahogado
le da paso al silencio eterno,
al secreto de protegerlo,
para siempre...