Dialogo entre Mark Y delilah.
ORGULLO FEMENINO.
Mark y Delilah.
Al terminar el beso, lo miré atentamente y sentí un frío sobre mi mejilla, Mark me miraba con cara de preocupación, casi curioso también. Entonces mi mano subió a verificar si lo helado de mi piel, era el fresco del atardecer, o una lágrima que se había escapado, con la razón más rara del mundo. Tal cual parecía, estaba llorando y sonriendo a la vez, Mark me miró petrificado y luego de un minuto, comenzó a reírse también.
- ¿Te pasa seguido? – dijo calmando su gracia.
- No con todos mis amantes – bromeé.
- ¿Con Alexander? – él quiso continuar la broma, pero denoto enseguida que al pronunciar ese nombre mi cara ya tenía un gesto serio, enojado, de furia. – Perdón Delilah, no quería arruinarte el momento, solo quería sacarte más sonrisas.
- Lo odio, Mark. Lo que me hizo, el faltarme el respeto como mujer, no tiene perdón… por lo menos no tiene perdón para mi orgullo. Herir el orgullo femenino, es lo peor que un hombre puede hacer, después que no nos pidan perdón porque jamás lo damos.
- ¿En serio es tan así? Ósea, entiendo perfectamente que a las mujeres no hay que faltarles el respeto como lo que son, pero… no logro entender eso del orgullo femenino, es simplemente un enigma para mi pobre cabeza llena de preguntas.
- Bueno, digamos que las mujeres muy orgullosas, no perdonan ni por nada del mundo, pero… las que tienen aunque sea un mínimo de… ¿Cómo se llama esto que me esta faltando?
- ¿Bondad? ¿Compasión? ¿Corazón?
- ¡No seas tan malo! Todas tenemos corazón.
- Perdón, es que como te digo, no lo logro entender. Explícame Delilah, quiero entenderte, por favor.
- Todas perdonamos alguna vez… pero nunca sabemos cuando va a ser “Alguna vez”. Esas dos simples palabras, pueden determinar un tiempo para siempre, o por un tiempo largo, o por un tiempo corto… Tengo que admitir que las mujeres como yo, perdonamos en muy poco tiempo. Eso es, terrible. Tendría que quererme un poco más. Ja, Ja.
- Creo que perdonar es lindo. El orgullo es un mal aliado, resentido y cargado de ira… no conduce a ningún lado, solo nos lleva a hacer idioteces.
- Es así, pero… no todos lo ven así, y lo vean como lo vean, cada uno es como es y no está mal.
- ¿Tan revolucionada sos?
- Un poco, nada más. – me eche a reír y él me abrazó.
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