viernes, 19 de junio de 2009

Carta de un loco. (Medio fuertecito, no recomendable para impresionables)


Hola. ¿Qué tal? Yo, supongo, que ahora que hablo con vos, empeoro.

No puedo entender como tan limpiamente jugaste y ganaste; no lo creo ni porque la tierra dejará en este preciso instante de rotar.

Bien que se te rompieron los cristales de la decepción cuando me fui, pero ni adiós te animaste a decirme. No reclamaste, ni más ni menos, solo me dejaste tomar tus manos... Si Dios te viera como yo ahora, sobre esa alfombra roja, tan roja... Y ¿recordás cuando te llamé que no te animaste a hablarme? Te quedaste callada sobre un chal purpura que solía ser de tu madre. ¡Jah! Cómo le robabas las cosas, Saí, eras tan torpe, Saí... y ella tan enterada de tus problemas y tanto que los acribillaba para entorpecerse cada día más. Era tan insulsa y tan puta tu madre, sin embargo me recordaba tanto a vos...

Si bajo mi manto de pecados estuvieras vos y sobre mis manos tu cuerpo, cabalgaría felizmente el recorrido de esta vida... Si realmente vos te vieras, loca de mierda, cuando pisaste mal y todos te criticaban. Ay Saí... Y era yo el único damnificado por tus errores, vos tenías la maldita culpa y yo que me callaba para que no te hirieran. ¡Putita!

Quisiera sudar de nuevo bajo tus piernas y ser yo el único animal que vos protejas; ver tus manos torpes jugar con las tazas verdosas y perderse en los inviernos. Verte sollozando y rompiendo vidrios, manteles, ropa... Qué linda que eras Saí, y tus gritos furiosos que deseaban abrir tu mente en cincuenta unidades de porcentajes distintos. Yo era él único y vos la única. ¿Qué nos paso loca de mierda? ¿Por qué tengo que escribirte si ni me vas a leer? Por ahí me lee tu madre... Esa si que nunca dejó la profesión. Tan puta, tan puta… y entonces me acuerdo de tu cabellera rubia.

¿Cómo te acaricio ahora que no me alcanzan más los dedos sino estos que estoy usando para llorarte de la única forma que sé? La tinta llora por mí, oh si, mi dulce morbo y tu estúpida poesía... Tu alfombra está tan roja pero tus pies son increíblemente sinceros; caminaste un camino, el mío. Ay Saí… Si no hubieras sido europea te hubiera llevado a millones de lugares, pero tu horrible acento y mis golpes te callaron. Que tonta que eras. Solo querías verme reír de placer, de enojo, de lujuria y matarte de a poco el espíritu. Ojalá que me lea tu madre, Saí, por lo menos sabría donde encontrarnos ahora que lo único que veo son las noticias... Mis desastres son mis orgullos, pero los tuyos son solo mierdas acumuladas... ¡Ay si tuviera que llorar por ellos ya estaría hundido! ¡Puta! y nuevamente te lloro al oído. Es que no me sale llorar, porque solo lloro cuando escribo.

Mi preciosa Saí, eras tan fea, tanto que solo yo te deseaba… y las miradas de esos hombres me daban nauseas. ¿Cómo te iban a mirar? Y vos bajabas la cabeza con tus labios rojos y tus ojos morados. ¿Te acordás? ¡Todavía te estoy pagando las extensiones que ahora ya no necesitas! ¿Y Ahora como me decís TE AMO? ¿Cómo Saí? No te escucho, no te leo... ¿Dónde estás Saí? Salgo y no estás en la puerta arrastrándote ensangrentada o pidiéndome por favor que te pague otro aborto… Y pensabas que era un idiota, sí… vos querías tener un hijo, como te gustaba hacerme sufrir y hacerme culpable de tus propias desgracias. Mi putita especial.

Espero que después de que leas que te reclamo me vengas a buscar. Me gusta verte tirada ahí... Espero que no me vuelvas a dejar con las manos vacías, más te vale; aunque las tuyas no estén vacías... esos cuchillitos tan acordes con tu personalidad.

Qué linda que sos Saí... Sé que me equivoqué una y mil veces pero te amo, te lo digo en serio, te amo. Y tu mamá es una puta, la odio, ella nos arruinó mi amor... pero pensá que estoy acá, y que tu viejo ahora duerme en el sillón. Como siempre. Y vos te vas a sentar en su regazo, puta... es que vos anhelabas tanto dormir de una vez. Yo te cumplí el deseo mi amor, te juro que te amo y que extraño tus abrazos y tus lágrimas, que tanto te envidié...Querida, querida.

Ya me cansé de este juego sucio tuyo de inventarme memorias en la cabeza. Ándate de mi casa y dejá de teñirme la alfombra, que por cierto, tan roja está. Y no me digas que no podes respirar, no me inventes nada que ya estoy cansadito de tus idioteces. Una noche más, una más, dame la última y se vence nuestro plazo.

Para finalizar quisiera con todo el corazón que esta carta la leyera tu madre, que se enteré que verte va a ser lo último que haga... que nos vamos hoy, que nos mudamos... Si queres invítala, pero que no deje solo a tu padre. Ja, ese hombre tiene menos vida que un vegetal. Me gustan sus chistes por lo menos. Tráelos, tráelos y que nos vean flotando en el mar, en un futuro augurio de culpa que solo van a sentir ellos. Oh sí, mi hermosa Saí, van a pagar lo que no nos dejaron en vida.

Te amo mi amor, por más puta que seas, sos mía... Y hoy puedo decir que despierta o no conmigo te vas.

"Hola ¿Qué tal?" y así algún día seguro volvemos a empezar en nuestro querido bar lleno de gente rara y donde solíamos fumar nuestra marihuana…

Thom.

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