viernes, 27 de agosto de 2010

Sueños.


Antonella anda, Antonella está, Antonella ríe, Antonella se confunde.

Sí, estoy... Preguntándome a qué se debe esto
Y por qué el destino querría jugarme tal pasada.
Es como si aquel sueño, despavorido, hubiera huido
De la mente de aquella persona que tanto era para mí
Y arribado en la materialización más humanamente extraña;
Como si se apoderara nuevamente de mis pensamientos
Y pusiera una foto de ella, tan perfecta y tan increíblemente
Soñada frente a mis ojos, como si me obligara aún a oír su nombre,
Como si no todo hubiera concluido ya.
Es difícil comprender ciertas señales, no me baso en coincidencias
Sino en causalidades pero esto retóricamente no tiene sentido alguno,
Y, sin embargo, parece tener las matemáticas exactas en razón.
Como si de un momento a otro todo volviera a encajar...
De repente me encontré en otros brazos, en otros ojos,
En otra sonrisa, en los mismos sueños y aunque pretendiera,
Y me jurara hasta la más mínima parte que jamás exististe,
Algo no me permitiría olvidarte.
¿Qué de ti, crece en mí, se desmorona por mis oídos y se refleja
en los blanquecinos espacios de mí inconsciente?
¿Qué hay de aquellos labios profanados por el mismo despecho?
¿Y qué hay dime, por favor, qué hay con todo esto?
La miro y me olvido de todo como si estuvieras mirándola también, conmigo,
Y derramando las mismas lágrimas: “Es ella”. Sí, es ella, la tan soñada,
Y sorprendentemente real, Mía.

Vuelvo a la soledad... Pero su sonrisa todo en mí acalla
Y raramente comienzo a dejarme llevar
Por sus manitos apuntando al sur o hacia el oeste, tal vez.
¿Estaré volviéndome loca?
Es que... era tan Mía como tan tuya... Y mata recordarte si dejaste en aquellos sueños plasmado... Un amor que jamás se irá.


Anhelos de realidad desencontrada.

ANTONELLA BIANCO.-♥

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