miércoles, 4 de agosto de 2010

Una vieja y conocida...


Voy a contar una vieja historia ni muy larga, ni muy corta, donde los protagonistas son ella y él, quizá muy conocido pero para nada repititivo si hablamos de como era cada quién. Él, un chico hacedor e impulsivo que venía recojiendo del piso los trozos de su corazón; Ella una chica tranquila en busca de algo ¿Qué? no podría describirlo ni con todas las palabras del mismisimo diccionario. Ambos precipitados, de paso en una vida que no los retenía ni los liberaba, buscando el hilo de la misma o tal vez solo siguiendolo y manteniendolo recto.
Una noche el destino decidió juntarlos, se miraron, se dibujaron y sintieron que se encontraron como si alguna vez se hubiesen estado buscando. Ella no sintió nada al principio solo curiosidad, él, para él ella solo era una chica más en todo ese gran lugar donde hay gente borracha y con ganas de ligar. Se besaron como si nada más importara ya, como si ellos fueran los únicos dos y luego ella se tuvo que desviar, volver a su destino y dejarlo nuevamente solo en aquel lugar. Intercambiaron sus números antes de desaparecer y él la beso como si realmente no quisiera volver a perder. Al otro día ella le escribió por esa misma curiosidad que había sentido al empezar y él contestó rápidamente sin dejar escapar aquella señal; ambos con apodos ya delegados desde un principio, aunque en su cabeza resonaba una sola pregunta "¿Por Qué?", sin embargo, se dejó llevar. Ambos volvían a sentir esa cálidez y felicidad que solo interviene en los momentos que uno menos se puede llegar a imaginar.
Sin preámbulos, de entrada, él decidió contarle la verdad, mostrarle la gran herida que portaba y confesarle la agonía que llevaba encima. Ella, una gran luchadora de lo imposible, decidió quedarse y ayudar. "Vamos a jugar" pensaron al unísono "no se pierde nada con intentar". Fue pasando el tiempo y se fueron enamorando, si es que de eso podemos hablar, ya que, nunca voy a entender realmente si fue amor lo que sintieron. Ella quiso resaltar en su vida, ser importante y querida, por lo cual tapo todos sus defectos y jugó a ser ciega mientras lo curaba de su enfermedad (contagiosa, pero eso solo se sabe al final) y escuchaba sus terrorificas historias de guerra. Él por otra parte, estaba agonizante y no podía ver con suficiente claridad. Se querían, no lo voy a negar, llevaban un hilo interesante del que nunca, ninguno de los dos podía llegar a imaginar.
Una noche, en uno de aquellos turbios lugares, ella conoció un galán al que, por supuesto, intentó alejar pero este intrepido y atrevido muchacho un beso le logró robar. Sin darse cuenta ella estaba cayendo en la turbia y sucia enfermedad de su "media naranja" y, a su vez, enloqueciendo cada día un poco más. Él no sé de que manera se enteró y nunca pudo perdonarle aquel error, volviéndose a desangrar.Todo lo que él había creado en un principio en torno al amor se estaba quedando solo en palabras, mientras que ella, que había empezado por palabras, ahora quería hablar de amor. Al tercer mes, y con una distancia de por medio, un tercero llego, valga la ironía, y en la cama con él se revolcó, aunque estaba en todo su derecho por la distancia a ella terriblemente le dolió y, sin embargo, cuando el volvió gritando "termina de curarme por favor" o expresado a la manera real "te extraño, perdón", ella lo perdono, que grave, gravisimo, error. El juego estaba volviendose demasiado turbio. Poco tiempo faltaba para que ella llegara a su suma destrucción y él volviera a brillar con total claridad. Y así fue que, sin escrúpulos, al quinto mes decidió dejarla para estrenar su corazón con aquel tercero que ella odió de pies a cabeza. Ella, por supuesto, tratando de no enfermar más en su locura, sin exitos, decidió borrarlo totalmente de su vida para nunca más, por lo menos por el momento, volver a confiar ni en él ni en nadie... alejandose del amor por completo. Y si la vieras ahora, ella está sentada en un rincón, descociendo a la fuerza con sus manos lo que había tejido con su amor... Y si ella lo viera a él ahora, que de hecho sí lo hace, a escondidas, vendiendo besos a labios extraños, déjandose llevar con el viento hacia brazos ajenos... Qué horrible decepción.
Ésta es una historia vieja y quizá conocida de algún vago amor que por ahí en el tiempo y bajo el edredon logró perderse pero no olvidarse en las mentes de ciertos idiotas que se dieron el lujo de sufrir de tal forma.


{Si, Yo...} ANTONELLA BIANCO.-♥

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