martes, 2 de septiembre de 2008

Dentro.


Más que vivir,
esconde su corazón en un frasquito de cristal
dejando que el silencio
azote su puerta,
su moralidad,
su dignidad...
Que destrocé hasta
su propia vida buscando...
Pero que nunca jamás
encuentre a ese amor
tan cuidado, y preciado
paseando con su sangre
enredándose en tejidos
en el centro de un órgano vital,
enterrado en el fondo de
un dolor profundo,
sin salida y perdido...
Encendida y sin tiritar,
sin callar, junto sus labios
fríos y un grito ahogado
le da paso al silencio eterno,
al secreto de protegerlo,
para siempre...

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