sábado, 26 de julio de 2008

Leyenda, son tus manos.


Sola en mi habitación, sintiendo el golpeteo de tus plumas al chocar contra el suelo.
Un suspiro incesante predica una noche sin dormir.
Estoy insensata y desecha de palabras,
es simplemente el hecho que cada mirada de estos ojos,
le pertenecen a tu desolación heroica,
y a tus sonrisas implacables; ellas son
mi desafiante verdad y mi azotante destino.
Dormir no sirve, estarás allí hasta que la noche cese,
fuera o dentro de mi cuerpo.
Si despierto, te buscare locamente
y si muero bajo las penumbras de un sueño galopante
te veré volar bajo cada centímetro de mi piel,
esclava de la tuya.
Salvarme, no es la solución.
Y aunque dejaras este juego,
te buscaría cegándome hasta perderme a mí.
Es que no existe manera alguna de no enloquecer
no existe manera tal de liberarse.
Este imán es más poderoso que un simple deseo.
Arde bajo la piel hasta llegar a rozarse con el alma
y desenmascarar todas sus miles de maneras,
de sentir.
Se me dio por perderme, junto a vos,
no veo más que todo
y el resto se pierde bajo las pestañas
de una mirada locamente,
llamándote.
Escribo bajo la manta con una pluma invisible
todo esto será sobre los dos
y la impaciencia no tendrá condescendencia absoluta,
ya que será solo efímero,
o eterno, bajo
dos ángeles predestinados que chocan,
formando el eclipse lunar y la terapia adictiva.
No quiero perder un instante,
ya que ni la soledad se enfría en un cajón.
No lloraré a pesar de tu oscuridad,
no palpitare un segundo de muerte
pero te brindare un vaso,
lleno de vida con un coctel de emociones,
y el veneno de la culpabilidad,
que se echa solo al azar,
mientras deseamos que no se vaciara justo
en nuestras gargantas.
Te regalo lo aleatorio
y mi carmesí de vida.
Para que te quedes vagando cerca,
de este poblado de humanos
indiferente a ustedes,
seres de la noche,
dulce regazo de fluorescente paz.
Rojo carmesí, como el de tu alma.
Quédate, Ángel.♥

No hay comentarios: